9 de marzo de 2007

UN DÍA EN LA VIDA

Debo repetir que mis deportes favoritos son el ajedrez (que a la fecha practico)y el beisbol. En ese sentido, una vez el Club de los Dispares conformado por Carlos Torres, Cristian Arambula y yo, reflexionamos sobre las desmedidas proporciones que tienen los sueldos de los futbolistas en México, cifras que en algunos casos son diez veces más altas que cierto tipo de funcionarios públicos, pero lo que es peor, que los ingresos de muchos científicos, investigadores, maestros o catedráticos universitarios. En este mundo frívolo del futbol se aplica la premisa romana de que al pueblo hay que darle pan y circo (extiendo mi comentario a las telenovelas y otros programas de entretenimiento banales), aunque a veces es más circo que pan. La gente no tiene la culpa de contribuir con estas desproporciones, pues como cualquier sociedad desorientada, no se puede defender ante la manipulación terrible de los medios de comunicación solapados por algun sector de gobierno poco escrupoloso por convenir así a sus intereses y staus: Me refiero a que la cultura en México está más que desdeñada por el Estado al invertir en ella pocos recursos. Son muy pocos los organismos públicos y privados que se preocupan por elevar el nivel cultural de los mexicanos con alternativas de arte y consumo cultural, pues estas actividades son pocas, caras y distantes. Es mejor echar andar las pasiones por el futbol, para no pensar en las desigualdades económicas ni en la política.
En esa perspectiva, no sorprende ver a esta chica de la foto que por las evidencias, es americanista de hueso colorado (o amarillo, digo, por lo del color de la camiseta)que seguramente echó una apuesta con otro que le va al Pachuca, consistente en que quien perdiera se iba a poner, no se si una hora o menos, en la estructura que aloja la placa que dice que Mariano Matamoros ofició misas en la parroquia de la Asunción y que se encuentra precisamente en el atrio de dicha iglesia de la ciudad de Pachuca, Hidalgo. Es obvio que el equipo América perdió y ella tuvo que sentarse por un buen rato arriba de la estructura en una sillita. La chica estuvo mojada y llena de harina, con la camiseta de los Tuzos y con una cartulina que decía: "Estoy haci(SIC)por irle al peor equipo del mundo, el América, reconozco que el equipo de Pachuca es el No. 1, 100% campeón". Esto sucedió el lunes cinco de marzo de 2007, alrededor de las seis de la tarde.

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