10 de marzo de 2016

YOKO ONO EN EL MUSEO DE LA MEMORIA Y TOLERANCIA


La primera muestra artística que Yoko Ono montó en la ciudad de México, fue la de los famosos ataúdes de los cuales brotaba un pie de árbol, que representaba de algún modo la reencarnación o el persistir en esta vida, si bien, ya en otra modalidad distinta a la humana.
Ono, siempre se ha caracterizado por sus ideas atrevidas y originales, algunas de ellas verdaderamente evocadoras y que invitan, -además del placer estético y la apreciación de la plástica-, a la reflexión sobre los productos y la evolución humana.
Dos décadas después la viuda de John Lennon, trae a nuestro país una variante de su arte conceptual, dentro de la que destaca el árbol de los Deseos, en donde cualquiera podía dejar una hoja con una petición; y luego, quizá la más importante, la exposición  titulada Tierra de Esperanza, la cual reúne 16 piezas emblemáticas de la trayectoria de más de diez lustros de la no del todo comprendida artista nipona.
La antología  profundiza sobre la violencia, el género, el poder y muestra entre otras instalaciones, fotografías y filmes, por ejemplo, la obra llamada “Pintura del techo”, o la famosa “Pieza de corte”, o la otra llamada "Pice" que como es sabido, se trata de armar rompecabezas con jarrones rotos a propósito, de distintos materiales. No podía faltar el “Play by Trust”, es decir el ajedrez blanco para ambos contrincantes. En las instalaciones de Yoko, el público juega un papel fundamental, pues es precisamente el visitante quien tiene que actuar para que la obra artística tenga sentido.


En la oratoria de Yoko, se mencionó que Lennon era un feminista, en alusión clara a los ojos de mujeres que se exhiben y que de hecho hubo una convocatoria abierta para que cualquier mujer enviara su fotografía. Muy Interesante y hasta estremecedor.
La exposición se encuentra en el segundo piso del asombroso Museo de la Memoria y Tolerancia de la ciudad de México, que punto y aparte, es uno de los museos más impresionantes que he visto en mi vida. Lo digo yo, que me muevo en el mundo de los museos y que visitarlos es mi pasión. Pero de este recinto no sólo conmueve su acervo, -que de sí, ya da muchísimo que decir-, es su propuesta museográfica, altamente moderna y vanguardista. El visitante entra con una forma de ser y pensar sobre el mundo y, sale, con otra muy distinta.


Yo no concibo seres humanos, -de verdad no lo concibo-, que se sientan superiores a otros y que por ese sólo hecho quieran eliminar a los "inferiores". Aparte de que es una estupidez absoluta y primitiva, me parece carente de todo sentido moral y religioso. Toda esa aberración ha existido en el ser humano, yo creo que siempre. Y no sólo hablamos de los nazis, cientos de pueblos alrededor del mundo, alguna vez han tenido este tipo de prejuicios tan llenos de inhumanidad. (Algunos estadounidenses respecto a los latinos).(El menosprecio a los valores de la mujer).

Finalmente me quedo con el mensaje de que a lo mejor se puede tener motivos para no tener empatía con otros, pero nunca motivos para tener odio, y sobre todo, tanta crueldad. La guerra es el gran despropósito de Dios y el infierno más grande que puede vivir el ser humano. Por eso creo en Lennon y en su “Imagina la paz”, que ahora preconiza Yoko Ono. A lo mejor haría falta, y esa es una frase mía, sentimientos y cultura, en ese sentido: de conocer la historia de la humanidad. No fanatismos. La luz del conocimiento, abrirá la puerta de la comprensión. Finalmente estamos sólos en este mundo, ¡Seamos amigos, esto es temporal!


Por lo pronto, el MMT,  es uno de los diez mejores museos que he visitado en mi recorrer por espacios que resguardan los testimonios del hombre y su cultura, y conste que el museo no es muy grande, pero sí de una importancia muy considerable.

Y pues regresando a  la muestra selectiva de Yoko Ono, ésta se logró en parte por el impulso de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México y otros organismos, su temporalidad es del 2 de febrero al 29 de mayo de 2016. De verdad vale la pena visitar el museo, y de paso, echarle una mirada curiosa a  la exposición de Yoko, porque a pesar de su singularidad y audacia, en realidad no llena las expectativas de nadie, sobre todo cuando ya se conoció la verdadera antología que se montó el año pasado en el Museo de Artes Modernas de Nueva York. ¡Esas sí que fueron palabras mayores!